Trenes a Saint-MaloDesde € 9.99

Para llegar a Saint-Malo en tren desde otras partes de Francia, la mayoría de los viajeros comienzan su trayecto en la Gare Montparnasse en París, donde pueden tomar un tren TGV directo. La duración del viaje es de aproximadamente tres horas, lo que hace que sea una opción conveniente y rápida. La estación principal en Saint-Malo, conocida simplemente como la Estación de Tren de Saint-Malo, está convenientemente ubicada a unos 2 kilómetros del centro de la ciudad, lo que permite un fácil acceso a las principales atracciones.

Una vez en Saint-Malo, los visitantes encontrarán varias opciones de transporte público y servicios de transporte para moverse por la ciudad y sus alrededores. Hay autobuses locales operados por la red Keolis Saint-Malo, que conecta la estación de tren con diversas partes de la ciudad, incluyendo el área histórica y las playas. Para aquellos que prefieren caminar, el centro de Saint-Malo es accesible a pie desde la estación en aproximadamente 25 minutos, ofreciendo una agradable caminata por las calles de esta hermosa ciudad.

La estación de tren de Saint-Malo también ofrece servicios de alquiler de coches y taxis, proporcionando flexibilidad para aquellos que desean explorar la región de Bretaña a su propio ritmo. Estas opciones son perfectas para visitantes que planean excursiones a lugares cercanos, como el famoso Mont Saint-Michel o la pintoresca ciudad de Dinan.

Para comenzar a visitar Saint-Malo, lo ideal es dirigirse primero a la ciudad amurallada (Intra-Muros), el corazón histórico de la ciudad. Aquí, los visitantes pueden sumergirse en la rica historia marítima de Saint-Malo, explorar sus estrechas calles empedradas y disfrutar de las impresionantes vistas del mar desde las murallas. Esta es definitivamente la mejor manera de comenzar a descubrir el encanto único que Saint-Malo tiene para ofrecer.

Imagina un lugar donde las murallas centenarias susurran historias de valientes corsarios y el mar acaricia gentilmente la costa. Este lugar existe y se llama Saint-Malo, una joya en la corona de Francia que espera ser explorada. Aquí te guiaré a través de sus imprescindibles maravillas históricas y arquitectónicas, y por supuesto, te revelaré los secretos de su exquisita gastronomía.

El primer lugar en nuestra lista es la Gran Puerta, la entrada principal a la ciudad amurallada que ha dado la bienvenida a visitantes desde el siglo XII. Sumérgete en la historia entrando por este arco monumental.

Continúa hacia el Castillo de Saint-Malo, fortaleza que ha defendido la ciudad desde el siglo XV. Hoy alberga el museo de historia de la ciudad, una visita esencial para entender la rica herencia de Saint-Malo.

No puedes perderte la Catedral de Saint-Vincent, en el corazón de la ciudad, un magnífico ejemplo de arquitectura gótica y románica.

La Playa del Sillon ofrece un paisaje espectacular, perfecto para un paseo al atardecer junto al mar.

Explora las Murallas de Saint-Malo, que ofrecen vistas panorámicas inigualables de la ciudad y el mar. Pasear por ellas es como viajar en el tiempo.

El Gran Acuario Saint-Malo es ideal para familias, sumergiéndote en el mundo submarino y sus maravillas.

Para saborear Francia, no te pierdas las exquisitas ostras de Cancale, un manjar local que ha ganado fama mundial. Las creperías por toda la ciudad ofrecen una deliciosa experiencia culinaria tradicional que no puedes dejar de probar.

Viajar por Saint-Malo es sumergirse en un cuento de hadas, donde cada calle, cada muralla y cada ola del mar cuenta una historia. No es solo un viaje por la historia de Francia, sino una aventura culinaria que deleitará tus sentidos. ¿Listo para la aventura?